13 de septiembre de 2010

LUCHAR, CONSTRUIR...MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

Desde la Federación Universitaria de La Plata apoyamos y hacemos extensiva la batalla representada en las tomas de más de 25 colegios secundarios de Capital Federal y de las facultades de la Universidad de Buenos Aires (Sociales, Filosofía, Ingeniería y Arquitectura junto al Instituto Universitario Nacional de Arte).
La multiplicación de los conflictos y reclamos presupuestarios organizados de forma masiva y con el más ardiente espíritu de lucha, configuran una realidad en la que estudiantes, docentes y no docentes somos protagonistas e interpelamos a la sociedad en su conjunto a ser parte de esta de esta lucha.
Cansados de las mas cruentas políticas neoliberales y restrictivas que intentan devaluar constantemente la educación pública y los derechos inalienables del pueblo argentino, es que surge la indignación y la organización como respuesta plasmada en un plan de lucha. El gobierno de la ciudad, encabezado por Mauricio Macri, recortó el presupuesto a la educación pública a la vez que le aumentó los subsidios a la educación privada; sus autoridades, se niegan a recibir a los estudiantes y a su vez, proponen crear “listas negras”, en sintonía con la persecución que también se ejecuta hacia los sectores más marginados en la Ciudad de Buenos Aires.
Las tomas en Capital Federal son hoy, un ejemplo fiel del potencial acumulado desde la resistencia ante las nefastas políticas de aquellos que cada día quieren destruir la educación pública.
Por eso mismo no debemos olvidar que los conflictos y las batallas hoy de pie, representan a todos los colegios de la provincia y del resto del país, como así también al resto de las universidades nacionales; ya que el reclamo presupuestario en todas sus variantes (edilicio, por becas, comedor universitario sueldos docentes) se hace cada vez mas contundente y grafica la situación de ahogo a la que se expone a la educación.
Quienes sí parecen sorprenderse de esta realidad son los medios y la dirigencia política, que no han tenido más opción que pronunciarse al respecto, y en muchos casos, de forma realmente escandalosa. Los estudiantes que nos movilizamos somos demonizados, caracterizados como sujetos peligrosos, manipuladores políticos, y cuándo no, como un grupo de trasnochados; tanto desde los artículos periodísticos como en la palabra de las figuras políticas que se candidatean al 2011. Pero detrás de los cuestionamientos y las cortinas de humo se trasluce la realidad: la educación está en crisis y somos los estudiantes secundarios, terciarios y universitarios junto a los trabajadores de la educación quienes defendemos nuestras escuelas y universidades, ahí donde los gobiernos siguen ausentes.
Hasta entonces, el Gobierno Nacional disfrutaba la explosiva crisis que venía empantanando a Mauricio Macri, pero que en la medida que se extiende a las universidades empieza a involucrar de manera innegable a las autoridades nacionales. Mientras desde la Casa Rosada muestran con satisfacción el 6% destinado a la educación, tomando como referencia histórica la deplorable política educativa menemista, el presupuesto sigue siendo un problema grave para la educación superior. Poner las cosas en su justo lugar ayuda a ganar otra perspectiva: la educación sigue lejos de las prioridades nacionales en materia pública. Además, la discusión sobre el modelo educativo sigue limitándose a los actores de siempre: así lo indica la convocatoria al Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) a reunirse en el mes de octubre en la Universidad Nacional de La Plata, con el objetivo de redactar un documento de diagnóstico y propuestas sobre la educación universitaria. Estamos hablando del mismo CIN que año a año acepta de forma extorsiva dinero de la minería a cielo abierto para distribuir entre las Universidades Nacionales, en lugar de avanzar sobre el sostenimiento estatal de la educación. De la misma forma se ha acentuado el vínculo de las Universidades con las empresas, que intervienen profundamente en los programas de extensión e investigación, orientándose la formación de profesionales y la producción de conocimiento a un esquema de mercado, y no en respuesta a las necesidades de las grandes mayorías.


En La Plata, los colegios secundarios y las distintas facultades también convivimos diariamente en la resistencia a aquellos sectores que operan en el desmedro de las condiciones educativas. Las problemáticas edilicias son moneda corriente en las facultades y colegios, los magros sueldos, la precarización de los trabajadores, mas el intento de avanzar sobre los derechos estudiantiles adquiridos, como lo es la propuesta de becas y aumento del comedor por parte del rectorado, son sólo algunos ejemplos de las múltiples razones existentes para salir con todo en defensa de lo que es nuestro: la educación pública como un derecho humano.
Esta semana, los estudiantes de Naturales sostuvieron un acampe en reclamo por el aumento de la partida presupuestaria destinada a los viajes de campaña, que siendo insuficiente, recae sobre el bolsillo de los estudiantes. A su vez, los estudiantes de Humanidades sostuvieron dos jornadas de clases públicas en la puerta de la facultad, reclamándole a las autoridades de la UNLP y al gobierno nacional, más presupuesto para la educación y el NO al aumento del comedor universitario o a la implementación de becas. Los ingresantes de Medicina se siguen movilizando en reclamo por un ingreso eliminatorio que está dejando más de 80% de los estudiantes afuera, y que es el caso más paradigmático de otros ingresos como el de Derecho y Económicas, donde menos de la mitad de los ingresantes puede seguir cursando en el segundo cuatrimestre. Estas políticas poco tienen que ver con aspiraciones de excelencia académica, sino que sistemáticamente expulsan estudiantes en un intento por contener las matriculas universitarias y, en muchos casos, cuestionando abiertamente la masividad de la Universidad. Las facultades de Bellas Artes y Psicología siguen luchando por mejores condiciones edilicias, y la segunda sigue teniendo la menor inversión por alumno desde su pase a facultad.


Es por todo esto que confluiremos este jueves 16 de septiembre a las 18 hs en el Congreso para marchar a Plaza de Mayo; en reclamo por el presupuesto educativo, en contra de la LES, la CONEAU, por la reapertura de las paritarias, el cierre de las causas y el cese de la persecución política a estudiantes y docentes, y contra todos los tipos de políticas restrictivas que se desarrollan hoy en el ámbito educativo.