9 de octubre de 2013

Estudiantes y trabajadores volvemos a las calles


Una vez más, estudiantes y trabajadores salimos juntos a la calle, reforzando la unidad estratégica que supimos construir históricamente. Al igual que los hicimos durante todo este año, signado por múltiples luchas, el próximo jueves 10 de octubre convocamos desde la Federación Universitaria de La Plata al paro nacional impulsado por la CTA y diferentes organizaciones de trabajadores, territoriales, estudiantiles y culturales en una movilización de carácter multisectorial y masivo.
Se trata de una medida de fuerza contra el ajuste y la pobreza en un contexto donde escasea el presupuesto destinado para la salud y la educación, y crece el endeudamiento del Estado que privilegia los subsidios a empresas privadas antes que las políticas públicas a favor del pueblo trabajador.
La crisis económica cala hondo en los bolsillos de estudiantes y trabajadores, con el crecimiento constante en los precios de los alquileres, de los alimentos y del transporte público. Cada vez resulta más dificil acceder a la Universidad en este contexto inflacionario. Sin un plan de alquileres accesible para los estudiantes y con las obras estancadas para la apliación del Albergue Universitario, la Universidad sigue siendo territorio para unos pocos privilegiados. Hace dos años obtuvimos el triunfo histórico del Boleto Universitario al que llegamos mediante la lucha y la organización estudiantil. Pero desde el comienzo vimos que solo estábamos dando un paso en una lucha mucho más amplia por la democratización social de la Universidad. Es por eso que impulsamos el debate por la creación de un Boleto Educativo a nivel nacional y provincial que beneficie a estudiantes de todos los niveles, docentes y trabajadores de la educación. Estamos convencidos de que la lucha por la regulación de los alquileres y por el Boleto Educativo comparten el objetivo político de construir una Universidad de y para el pueblo.
Sin embargo, en difícil tarea nos encontramos que tanto el gobierno nacional como el gobierno provincial buscan descargar la crisis económica sobre los trabajadores, buscando privilegiar los negocios corporativos en plena campaña electoral. Se retoma así una práctica retrógrada y represiva que busca bajar la edad de imputabilidad para criminalizar y judicializar la pobreza en los barrios y se pone presos a los trabajadores que luchan por sus derechos para criminalizar y judicializar la protesta social. Es por eso que incorporamos los reclamos contra la baja en la edad de imputabilidad y por la nulidad de las causas a los compañeros de la Junta Interna de ATE Educación, apresados por luchar contra el ajuste de Scioli y De Lucía en la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia.
Los estudiantes de la UNLP tenemos mucho para decir en este contexto de crisis y ajuste. Cientos de estudiantes trabajan de forma precarizada a partir de convenios entre la Universidad y entidades tanto públicas como privadas que se esconden bajo el rótulo de pasantías de experiencia laboral. Estas pasantías no son más que trabajo en negro para los estudiantes que, en la mayoría de los casos, tienen responsabilidades equivalentes a trabajadores en planta permanente, cobran irregularmente y no cuentan con aportes jubilatorios ni ninguno de los derechos que los trabajadores conquistaron en históricas luchas. Tales es el caso de los pasantes precarizados que actualmente se encuentran en lucha en el Instituto de Previsión Social, y cuyo precedente directo fue el conflicto en ARBA por el pase a planta de los pasantes del call center. El contexto de estos procesos es una UNLP que mantiene a más de 800 trabajadores precarizados en sus instalaciones, convirtiéndose en una de las instituciones más precarizadoras de la región.
El desfinanciamiento de la educación pública viene acompañado por el acatamiento silencioso y cómplice por parte del rectorado que aprueba año a año el presupuesto enviado por el Gobierno Nacional, sabiendo incluso que es insuficiente para el financiamiento de una de las universidades más grandes del país. Pero este acatamiento viene acompañado del refuerzo de los negocios con empresas privadas, que financian gran parte del funcionamiento cotidiano de las facultades a costa de la adecuación de los planes de estudio a las reglas impuestas por el mercado. Esta lógica cínica de formación de profesionales para las grandes empresas encuentra su marco de posibilidad en la Ley de Educación Superior, aprobada en plena década neoliberal y profundizada durante el gobierno kirchnerista. Es por eso que luchamos por su inmediata derogación, para lograr una Universidad de calidad y al servicio del pueblo.
El Jueves 10 de octubre salimos a la calle contra el ajuste y la pobreza. Concentramos a las 10h en 7 y 48 para marchar a la gobernación de la provincia.

FULP
Federación Universitaria de La Plata